Aida Espinosa
Luego de tres años de malos comentarios y críticas, la administración de Alfonso Martínez Alcázar llegó a su fin.
En lo que fue su última actividad como alcalde, Martínez Alcázar reconoció que “se realizaron obras como nunca”, la mayoría de ellas en el Centro Histórico.
Asimismo, indicó que se realizaron obras viales de gran impacto, pese a que existen vialidades con severos daños, por lo que, dijo, “en tres años no se puede acabar con deficiencias de décadas”.
“Quiero anticipar meses difíciles de ataques a mi administración, porque todo lo que suceda, seguirá siendo mi culpa. Si llueve o no, si se abren o no baches. Los baches que hayan, seguirán siendo de esta administración, pero quiero decirles que reencarpetamos como nunca avenidas en Morelia que ya no dan problemas de baches. Lo de 10 años, lo hicimos en tres”, indicó.
Asimismo, señaló que en su administración “se le puso un alto” a las intenciones de la clase trabajadora, que, aseguró, estaba acostumbrada a hacer lo que se le viniera en gana.
“Y nadie les ponía un alto. En esta administración sí, y por eso están felices de que nos vayamos. Pues estaban acostumbrados a que durante décadas todo podían hacer y nadie les ponía un alto. Vamos a descontar los días que no trabajaron como nunca se había hecho y como en esta administración sí se ha hecho, porque hay que poner orden”, señaló.
En este sentido, indicó que en el Organismo Operador de Agua Potable y Alcantarillado (Ooapas), también se puso orden, e incluso los morelianos, insistió, se han dado cuenta que con 180 trabajadores, el organismo puede operar, e incluso se posicionó por una reforma al Contrato Colectivo del Trabajo, para que los trabajadores ganen lo justo comparado al servicio que se presta.
“Está probado que después de dos meses de huelga, no se ocupan 800 trabajadores, porque estamos operando la ciudad sin problemas con 180 trabajadores. Qué más prueba podemos tener después de dos meses que han estado en huelga”, agregó.