Aida Espinosa
Los bosques en Michoacán se están acabando y las autoridades no hacen algo para evitarlo, consideró el presidente de la Cámara Nacional de la Industria Maderera en la entidad, Roberto Molina Garduño.
En entrevista, señaló que en los últimos 25 años se ha perdido el 68 por ciento de bosque en el estado con una superficie de 1 millón 800 mil hectáreas, situación que pone en grave riesgo ante delitos como tala inmoderada y el cambio de uso de suelo.
En este último, dijo, mucho se habla del cambio del suelo para producción agrícola pero se le da menor importancia al de vivienda.
«Creo que son varios factores los que están afectando al bosque y están permitiendo que estemos acabando con él. Es momento de que la mesa de seguridad haga su trabajo de manera consciente y decidida», resaltó.
Señaló que el gobierno estatal también debe poner atención y revisar a la industria que él representa, pues del total de aserraderos que existen en el estado, sólo 7 mil son legales en 54 municipios, de los cuales 6 mil se encuentran agremiados a la cámara.
«Se sigue haciendo uso ilegal de la madera y por supuesto que tienen que ser sancionados (…) el gobernador sabe la importancia del bosque, y se requiere que él ponga la atención de manera i mediata porque estamos perdiendo la superficie de manera espantosa», comentó.
Precisó que el culpable de la pérdida de tal dimensión boscosa es tanto de los gobiernos como de quienes se dedican a explotar los bosques lucrativamente, por lo que llamó a la conformación de una mesa integral en la que se estudie la situación actual y se den soluciones entre todos los sectores involucrados.
