Por: Ade Reyes Herrera
Normalmente nunca nos ponemos a pensar en el tema de las drogas, ni en todos aquellos adictos que viven en las calles, que dejan su vida, que abandonan sus sueños, que se destruyen y acaban con familias enteras por ser dependientes a esas sustancias que los enamoran, los vuelven locos y los llevan al fin de su historia.
Pero ¿Qué es una adicción? La real academia de la lengua nos dice que; “es un hábito de conductas peligrosas o de consumo de determinados productos, en especial drogas, y del que no se puede prescindir o resulta muy difícil hacerlo por razones de dependencia psicológica o incluso fisiológica”. Y entonces lo que comienza en una aventura entre amigos, en una curiosidad, termina con la vida, los sueños y las metas de miles de personas.
Todos conocemos a algún adicto y peor aún, tenemos uno cerca, en nuestra historia, pero preferimos no hablar del tema, por temor a ser juzgados, por el “qué dirán”, etc. Y encontramos miles de grupos; del 4to y 5to paso, donde hay personas de todas edades y de todas las clases sociales, hombres y mujeres, y entramos “anexos” o centros de rehabilitación y con una gran cantidad de población, los familiares deciden internarlos porque se vuelven personas peligrosas para ellos mismos o para los suyos.
¿Por qué los adictos?, ¿Qué hay detrás de esa situación?, es bien cierto que las drogas son un tema multifactorial, hoy en día no sólo hay una determinada causa de las adicciones, lo que si es cierto, es que comienza a edades tempranas (13, 14 años) y se relaciona con una familia disfuncional y pobreza; bueno, es lo que sabemos o lo que nos han hecho creer; pero algunas veces la realidad es otra.
Alguna vez un paciente me contó; “Mi papá, un alto ejecutivo en un banco y líder de un grupo importante a nivel nacional, acabó con mi familia, cuando era pequeña creía que tomaba como cualquier adulto, pero tiempo después descubrí que era ya un caso severo, comenzaba a tomar y no podía dejar de parar y pasaba días y días tomando, a veces hasta meses sin estar sobrio, cuando tenía mucho estrés consumía cocaína para lidiar con el estrés del trabajo, pero fuera de eso, éramos la familia perfecta”. Me quede asombrada y no supe que pensar o que decir por la forma en que se expresó aquel adulto y entonces comenzó un proceso con la hijo que duró algún tiempo.
Algunas veces hacemos caso omiso de las adicciones porque no son un tema diario, en casos como el alcohol, pero hay otros donde el consumo es diario y varias veces al día, ¿Qué hacer? Actualmente existen algunos centros de rehabilitación “NO” anexos y psicoterapeutas en adicciones que apoyan a las familias, también existe el CAPA (Centro de Atención Primaria en Adicciones) que tiene diferentes tratamientos para distintos problemas en adicciones, porque no es lo mismo tratar a un adicto a marihuana, que a uno con heroína, no porque una sea de menor importancia que la otra, sino porque el proceso es distinto.
Lo importante es reconocer que tenemos una adicción o que tenemos un familiar adicto que es un enfermo y debe tratarse como tal, con un proceso terapéutico, conductual, psiquiátrico y con una red de apoyo bastante consolidada para que esa persona regrese a encontrar satisfacción en la vida cotidiana sin la necesidad de utilizar drogas.
