- La atención médica en las primeras tres horas de ocurrido el evento es vital para la recuperación del paciente.
- Las personas adultas mayores o en la sexta década de vida, con diabetes e hipertensión sin control, son el grupo más afectado por esta enfermedad vascular.
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) brinda tratamiento de trombolisis a personas con embolia cerebral, que consiste en aplicar medicamento vía intravenosa para disolver el coágulo de sangre o grasa alojada en alguna arteria del cerebro, con lo que reduce secuelas en el lenguaje y movimiento, así como otras complicaciones.
Como parte de la atención oportuna ante un cuadro de embolia, el medicamento se aplica en las primeras tres horas de evolución del paciente, afirmó el jefe de Departamento Clínico de Neurología del Hospital de Especialidades de La Raza, Humberto Juárez Jiménez.
Esta enfermedad vascular del cerebro, señaló, se ubica entre la segunda y tercera causa de muerte en el mundo y afecta principalmente a personas adultas mayores o en la sexta década de vida, con diabetes e hipertensión sin control.
Las personas con cuadro de embolia, explicó, tienen dificultad para hablar y caminar, refieren adormecimiento en el cuerpo, pérdida de fuerza, visión doble, vértigo, pérdida de memoria o sufren desmayo, por lo que son atendidas en Urgencias del Seguro Social, donde les realizan una tomografía computada de cráneo y otros estudios como la resonancia magnética, en casos especiales.
Por el tipo de medicamento que se utiliza, el paciente y su familia son informados del posible riesgo de sangrado en el sitio afectado del cerebro, pero generalmente hay buena respuesta al tratamiento y mejora su sintomatología en las primeras horas, precisó el especialista del Instituto.
Cuando el infarto está establecido o el tiempo rebasó las primeras cuatro a cinco horas, el médico tratante prescribe un tratamiento sintomático, para mantener al paciente con una disminución de la formación de coágulos.
Durante el tratamiento, el paciente está hospitalizado de tres a cinco días máximo, dijo el doctor Juárez Jiménez, salvo aquellos casos en que la lesión es de dimensiones mayores y requiere terapia de soporte, como ventilación asistida o cirugía.
El tratamiento integral que otorga el IMSS incluye terapias de rehabilitación para mejorar el tono muscular debido a la rigidez involuntaria, uso de relajantes musculares y aplicación de toxina botulínica.
Para obtener resultados adecuados, el derechohabiente acude a rehabilitarse de tres a seis meses para trabajar el lenguaje, mano, pie o marcha, y en conjunto vaya adelantando en su integración fisioterapéutica, de manera que reduzca el riesgo de complicaciones por mal manejo de secreciones, infecciones pulmonares o urinarias, así como úlceras de presión, consecuencia de no movilizar al paciente.
Como parte de las acciones emprendidas para dar un viraje de lo curativo a lo preventivo, el jefe de Departamento Clínico de Neurología recomendó acudir a revisión médica cada dos meses para controlar las enfermedades crónicas; mantener los niveles de glucosa, colesterol, triglicéridos y presión arterial; hacer ejercicio; evitar el uso de tabaco y alcohol.