PAN DE MUERTO

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Tere Vallejo

 

El Pan de Muerto, cuenta la historia que en el año de 1519 los sacrificios humanos a la llegada de los españoles a la Nueva España, una princesa era ofrecida a los dioses en sacrificio; su corazón aún latiendo se introducía en una olla con amaranto para morderlo en señal de agradecimiento por una buena cosecha o haber vencido a un enemigo.

 

Los españoles, al no consentir este tipo de prácticas, elaboraron un pan de trigo en forma de corazón, bañado en azúcar pintada de rojo, simulando la sangre de la doncella y así surgió el Pan de Muerto.

 

Ahora en México  el Pan de Muerto  ya es una tradición que desde hace varios siglos se lleva a cabo; es uno de los elementos más importantes en las ofrendas del Día de Muertos, ahora las familias mexicanas tienen un gusto particular por este pan.

 

Esos panes son clasificados de la siguiente manera: antropomorfos, que son aquellos que representan la figura humana, con idea de animales como aves, conejos, perros, peces y mariposas, entre otros. Son característicos de Tepoztlán, Mixquic e Iguala de Telolapan.

 

Historiadores han dicho que este pan, con sus cuatro gotitas o canillas, simboliza los huesos de quien se ha ido. La parte de arriba, su corazón». Para otros, el pan lleva las cuatro canillas en forma de cruz, porque con ellas se designan los cuatro rumbos del nahuolli (el universo).