Tere Vallejo
La marcha de los periodistas michoacanos que protestaron por las agresiones que han sufrido trabajadores del gremio en el país, concluyó con un mitin en la Plaza Melchor Ocampo donde Patricia Monreal detalló los recientes ataques a comunicadores, entre ellos el homicidio de Javier Valdés Cárdenas, corresponsal de la Jornada en Sinaloa. Demandó que las autoridades hagan su trabajo para garantizar la seguridad de toda la ciudadanía, no solamente de los periodistas.
Señaló que la lista de comunicadores ultimados es larga, son 109 nombres los documentados por la organización Artículo 19, del 2009 a la fecha, de los que 31 corresponden a periodistas asesinados en el sexenio de Enrique Peña Nieto.
Michoacán no está exento de esa fatídica cifra y aquí también hay compañeros ultimados o desaparecidos, “en algunos casos sabemos el cuándo y el cómo”, pero “en otros ni eso” y en lo general “sigue sin conocerse el porqué”. Y citó a los periodistas michoacanos asesinados y desaparecidos.
Aseveró que para el poder público en Michoacán, como en el resto del país, generar condiciones para garantizar el ejercicio periodístico no es una prioridad.
Ya en entrevista, Patricia Monreal subrayó que con la marcha se está exigiendo a las autoridades que cumplan con su responsabilidad y generen las condiciones de seguridad, no nada más para los periodistas, sino para toda la ciudadanía, que cesen las desapariciones, como las que hay, que no haya asesinatos, como los que hay, “les toca hacer lo que por ley les corresponde, que se pongan a trabajar”.
Sobre los periodistas desaparecidos en Michoacán, recordó que en el 2010, cuando Leonel Godoy Rangel era gobernador, realizaron una marcha y les entregaron un informe de los avances, “que no eran ningunos”, por lo que en 2014 volvieron a manifestarse y tampoco hubo nada, “la situación seguía igual”.
Patricia Monreal aseveró que las manifestaciones finalmente son actos de repudio para, por lo menos incomodar, “porque tampoco podemos esperar mucho de las autoridades”.
Subrayó que si las autoridades tuvieran voluntad, no habría marchas ni movilizaciones para dar resultados.
Con una trayectoria de 21 años de reportera, Patricia Monreal puntualizó que la censura siempre ha acompañado su quehacer y en cuanto a agresiones se refiere, detalló que el caso más grave que vivió fue en el sexenio de Lázaro Cárdenas Batel cuando se metieron a su casa y le destruyeron el archivo.
Aparte de eso está el folclor que “nos toca del día a día, que te hablan y buscan que te cambien de fuente”.
Demandó que el gobierno haga su trabajo, que dé resultados en las investigaciones; a las empresas de medios les pidió que asuman su responsabilidad y generen las condiciones laborales óptimas a todos los trabadores, y a los comunicadores, en la medida de lo posible, “mantenernos unidos”.