- Muy preocupante que en un periodo tan breve existan dos violaciones a nuestro marco constitucional en los estados, fomentados desde la Federación
Penalizar el derecho a la manifestación, atenta contra toda concepción de libertad y viene a minar toda posibilidad democrática en México, subrayó el diputado Antonio Soto Sánchez, integrante del Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática en la LXXIV Legislatura del Congreso del Estado.
El legislador calificó como una aberración la determinación tomada por el Poder Legislativo de Tabasco para tipificar dentro de su Código Penal el derecho a la manifestación, incluso con sanciones que van por encima de un homicidio.
“El derecho a manifestarse es uno de los derechos humanos fundamentales, y la determinación de sancionarlo para blindar el proyecto del presidente Andrés Manuel López Obrador de la refinería en Dos Bocas, es motivo de alarma nacional por ser un exceso gravísimo que va contra el orden constitucional en México”.
Soto Sánchez apuntó que el establecer un derecho como un delito al incorporarlo dentro del Código Penal, deja al descubierto la mirada oscurantista que la llamada Cuarta Transformación tiene sobre el ejercicio del poder, “al rato veremos la instauración de un Tribunal Inquisitorial para aquellos que no profesen la fe de su cartilla moral”.
El legislador consideró muy preocupante que en un periodo tan breve se hayan dado ya dos ejemplos de transgresión a nuestro marco constitucional en los estados, fomentados desde la Federación, uno el caso de la ampliación del periodo de gobierno en Baja California, y ahora la tipificación del derecho de manifestación en Tabasco.
“Por años desde la izquierda hemos luchado y defendido el respeto al derecho de todas y todos los mexicanos a manifestarse, el PRD es ejemplo claro de cómo la defensa de las libertades y los derechos en México han llevado como costo, la pérdida de vidas de muchos militantes y cuadros valiosísimos, por ello no podemos permitir ni dejar pasar por alto, la política fascista y totalitaria que desde el Gobierno Mexicano se ha venido instrumentando, pretendiendo disfrazarla perversamente con careta progresista”.