Aida Espinosa
Michoacán ha incrementado en un 30 por ciento su estado de fuerza, a comparación de las últimas dos administraciones estatales, informó el gobernador Silvano Aureoles Conejo.
Durante el acto de destrucción de las más de mil 900 armas decomisadas en Michoacán, Guanajuato y Querétaro, el mandatario estatal refirió que el país tiene ante sí ‘una complejidad en materia de seguridad’, pues se carecen de políticas estrictas para evitar el tráfico de armas.
“El gobierno que yo encabezo reconoce que la violencia y la delincuencia son una consecuencia, no una causa, que está soportada en el deterioro del tejido social y de las condiciones sociales y económicas de una buena parte de la población…En Michoacán no vamos a permitir que nadie, por sus fueros pueda auto constituirse como autoridad y mucho menos hacer justicia por su propia mano”, comentó.
Reiteró que no hay tregua ni cuartel en Michoacán, para quienes cometan delitos y quienes vulneren la estabilidad y seguridad de la sociedad, pues insistió que no se detendrán hasta encontrar a los responsables de la alteración de la paz social.
Llamó a crear una agenda común para combatir el tráfico de armas en México, las cuales provienen en su mayoría, dijo, de Estados Unidos Americanos.
“Juntos debemos de pedir a los Estados Unidos de Norteamérica que limite su flujo de armas que llegan a nuestro país y que son las causantes de miles y miles de muertes. Porque es contradictorio que el gobierno norteamericano vea la paja en el ojo ajeno pero no vea la viga en el propio”, expresó.